El pasado sábado, de octubre, sorprendimos a una pareja en plena celebración de su boda. Irrumpimos con nuestra animación durante el entrante en los maravillosos jardines del salón y cuando parecía que ya todo había acabado volvimos a aparecer, esta vez dentro del salón, para tocar unas sevillanas entre tema y tema, y para hacer un juego musical con todos los invitados.

